Amanece a lo largo de las lineas de las montaña donde pase la noche, al lado de un cigarrillo, un buen tarro de té, un fuego que cobijaba mis pensamientos y Tetzuko mi "Dama de Hierro" , fiel compañera y portadora de mi alma, quien me acompañara en este recorrido hasta que alguno de los dos deje de existir. Viendo el horizonte, se divisa un estrecho sendero dentro del tupido bosque de bambú que timidamente deja ver su esplendoroso verdor y del que, el mismo viento, transporta su aroma hasta mi; me sacudo el polvo de la madre tierra que le dio cobijo a mi cuerpo y mis pensamientos en la noche, y enfilo mi paso hacia el sendero.
Han pasado varias horas y manteniendo la vista atenta y a la vez observando la belleza del bosque de Bambú, escucho el sonido dulce y melodioso de una flauta, la melodía que se escuchaba entre las hojas era sencillamente hermosa, como salida de este mundo, y eso solo podía significar una cosa, se acercaba el momento de encontrarme cara a cara con la primera de las sabias Diosas, guardianas de la quintaesencia del conocimiento por el cual inicie esta aventura.
Recorría mas rápido el sendero y cada vez la hipnoizante melodía retumbaba en mi cabeza mas fuerte que en el momento anterior, y allí estaba! sentada sobre la roca que dividía el sendero; era una Diosa hindú. hermosa y misteriosa como el bosque donde estábamos, empuñe a Tetzuko previendo que no fuera un "Maya", una ilusión puesta en el camino para hacerme desistir, y le dije con voz firme: -Eres tu acaso mi primer combate o eres mi primera maestra?, cual es tu nombre?-, a lo que, retirando la flauta de sus hermosos labios color de rosa, contesto - mi nombre por ti no puede ser pronunciado, morirías al instante, pobre mortal! mas sin embargo podrás llamarme Gydg, y así no sufrirías semejante fin, y si!, soy tu primera maestra, rindeme pleitesía como aprendiz o muere a manos del sonido de mi melodía!- de inmediato caí de rodillas en señal de reverencia y le dije - no maestra mía, por la belleza que tienes y por el conocimiento que custodias, te rindo pleitesía!,como tu aprendiz humildemente te pido que me des la guia para entender mi camino, para saber de donde vengo y hacia donde voy, solo tu puedes entender mi dilema!; nunca olvidare cuando en otra vida eras carne, y nos amamos como hombre y mujer-.
"Para ser un simple vagabundo que recorres por este camino solo con tu espada en la mano y el deseo de aprender, tienes una memoria akashica notable, se nota que eres el mismo que en mi transito humano conocí; mantienes esa nobleza y espíritu de combate que me hicieron enamorarme de ti, no mereces sufrir a manos de mi luz, por lo que cambiare a una forma mas familiar para ti-". Fueron esas sus palabras antes de convertirse dentro de un remolino de hojas en la mujer que conocí, hermosa como un rayo de sol, tierna como el abrazo de un niño y con su eterna sonrisa; allí estaba Gydg; se acerco a mi posando su pies en el suelo y me dijo: - hola vagabundo, aquí estoy para darte lo que has venido a buscar-, me miro con sus ojos de almendras maduras, me dio un beso en la mejilla, me tomo de la mano y me llevo a la roca donde estaba sentada en un principio.
Pon mucha atención, se a que has venido, y para que obtengas lo que deseas, solo te voy a pedir que hagas cinco preguntas, una por cada elemento que representa tus creencias y después de eso, volveré a mi hogar; solo escucha atentamente y con la mente abierta cada una de las enseñanzas que recibirás, no son cedidas a todos, por que el humano es imperfecto y descuidado, solo los que, como tu, buscan el entendimiento con arrepentimiento sincero y alma de guerrero, son los elegibles a entender un poco mejor como giran los multiversos, es muy valioso este regalo, y aunque conmigo no te toco combatir, sabes que el camino es largo, y las otras guardianas tal vez no sean tan benevolentes o quizás ni te recuerden, así que ahora pregunta lo que tu corazón desea saber. -Diosa y maestra, por el aire que mece estos bosques y las nubes,dime por favor si de nuestra unión algo te quedo; por la tierra que pisamos mientras te tomo de la mano, la madre de de este bosque y la que me mantiene pegado a la realidad, dime si de nuestro amor puedes darme una enseñanza; por el agua de los ríos y mares que mojan mis manos y se escurren de ellas sin forma de retenerla para seguir su viaje, por favor dime si te pude enseñar algo; por el fuego que purifica y transforma todo lo que toca, con su belleza cálida pero mortal, dime por favor si de los frutos que dio nuestra unión debo eliminar algo; y por el espíritu de mi humanidad, la esencia vital que une a humanos y dioses por el camino de la vibracion infinita creadora de los multiiversos; dime por favor que puedo yo aportar mi vida para llegar a ser un mejor humano con quien sea mi verdadero destino!-.
Vagabundo mio, así como atentamente te he puesto atención, así mismo te pido que lo hagas. Mi transito por la tierra fue un capricho al principio, ya que no creía en la humanidad, pero te conocí, y tu comportamiento era totalmente distinto al de los demás humanos que observaba, pensé que eras otro Dios que vino a jugar un rato, pero no, eras humano! y eso me dio curiosidad; gracias a tus cuidados y a el espíritu que tienes decidí creer que la humanidad tiene esperanza! por eso es que hoy puedo responderte.
Aprendí de nuestro amor a predicar el espíritu de lucha por defender lo que sienten los mortales, el no tener miedo a las adversidades que se presentan y a no dejarse llevar por los designios de los Dioses superiores a mi, así como el aire en el que crees, se puede ser tornado para luchar, ser brisa suave para pasar entre las rocas y ser ráfaga marina para alejar y anular los susurros de las nubes de tormenta.
Te puedo enseñar que como en nuestra vida juntos lo que debe prevalecer siempre es la sinceridad, así como la tierra en la que crees, la convertimos en montaña para que nunca se destruyeran nuestros sentimientos, la convertimos en llanura para que todo se viera claro y mostrar que no había nada oculto y la convertimos en diamante para celebrar que, aunque hubo final, tu seras invaluable para mi y yo seré tu eterna compañera de batallas.
A mi me dejastes el sentido real de la nobleza de tu persona, de tus acciones y de tus ideales, y aunque eres humano, me regalastes el creer que el apoyo a las personas no solo es cualidad de Dioses, abriendo así mi mente; como el agua en la que crees, puedo ser fluida y dúctil para estar en las manos del sediento y ayudarlo en su viaje sin por eso dejar de ser rió, mar o lluvia, formas con la que ayudo al balance de los otros elementos.
No debes eliminar nada de lo que tu eres! a menos que así lo quieras, quien sea tu destino verdadero, debería aceptarte como tu a ella; como en el fuego en el que crees, tu ser en esencia puede ser vela para iluminar sus noches, puedes ser fogata para calentar su cuerpo, y puedes ser incendio para purificarla entre tus llamas, tu seras quien decide si la intensidad de tu luz debe ser cambiada para el bien o para el mal en base a tus convicciones y sus consejos, no en base a imposiciones y caprichos de humano!
Para terminar, y para llegar a las repuestas que te hicieron iniciar esta búsqueda, practica la humildad, la reflexion, los placeres de la carne, la concentración y no dejes de ser tu mismo; como en el espíritu en el que crees, tu esencia se convierte en el punto de balance y equilibrio de todo lo que eres, y es quien unifica y dirige todas las energías que te pueden llegar a convertir en un Dios o en un demonio, por favor ten esto en cuenta.
-Diosa y maestra, te agradezco humildemente tus conocimientos transmitidos, y como buen aprendiz, juro dar el mejor uso posible a tus sabias enseñanzas y consejos-, luego de que finalice de hablar, Gydg en su forma humana, me regalo de nuevo su sonrisa, se levanto de la piedra donde estábamos, me dio un ultimo beso en la mejilla y tomo mi mano señalando los dos senderos que estaban de frente a mi, y me recordó nuevamente, "solo tu decides si convertirte en un Dios o en un demonio"; y como la semilla del Diente de León, se elevó y flotó en un torbellino de hojas de bambú adoptando de nuevo su forma de Diosa y desapareciendo entre las nubes.
Sentado de nuevo en la roca, encendí un cigarrillo, mientras meditaba sus ultimas palabras; luego de una bocanada de humo y con el recuerdo en la mente de esos ojos de almendras maduras y esa sonrisa, tome a mi Dama de Hierro en las manos y empecé a caminar hacia el sendero de la izquierda mientras contemplaba el bosque de bambúes que dejaba tras de mí mientras el paisaje mutaba a un bosque mas seco, casi un valle de rocas; creyendo escuchar a lo lejos un sonido de flauta tocando su melodía.